Aparente ofensiva soviética: Invasión de Afganistáng.
A partir de 1974 las revoluciones y guerras civiles que se produjeron, mostraron un aparente desafío para EE.UU. en el mundo.
la Unión soviética no se hizo partícipe de esas revoluciones, ni siquiera las alentó, pero sí dio su apoyo y se convirtió en aliados a los gobiernos que surgieron de ellas.
Los problemas de uno de estos gobiernos, el de Afganistáng, un país vecino a la URSS, impulsaron a los soviéticos a llevar a cabo una invasión militar directa en este país, desde 1979 a 1988. Pero la URSS, a pesar de su poder militar y superioridad, no pudo pacificar el país ni acabar con los guerrilleros (apoyados por Estados Unidos), que, después de la retirada de las tropas soviéticas, finalmente lograron controlar el país.
Esta intervención no tenía el objetivo de ampliar el poder soviético, sino el de impedir la expansión del fundamentalismo soviético triunfante en el vecino Irán, propósito que no se cumplió, ya que los talibanes (islámicos radicales) triunfaron y gobernaron en Afganistáng hasta el año 2001. De todas maneras, la invasión soviética de este país supuso el inicio formal de lo que se conoce como la Segunda Guerra Fría.
Bibliografía:
Libro de Historia del mundo contemporáneo.
1º Bachillerato. Homanidades y Ciencias Sociales.
Editorial Oxford.
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